Antiguamente el paro se equiparaba a la pobreza y a medida que ha ido avanzando la sociedad, han ido cambiando los conceptos del trabajo. Y así a principios del siglo XX el paro se ve como un problema asociado a la industria. Pero en los últimos decenios ha calado en la conciencia colectiva el análisis de que el trabajo integra y el desempleo regresa.

  • El ejercicio laboral, normaliza, desarrolla y legitimiza.
  • El desempleo, frena y aparca la integración social.

Paro y salud lo podemos analizar bajo 3 prismas diferentes:

Trabajo e Identificación Personal.

El trabajo da seguridad, condiciona la vida del sujeto y supone una seña de identidad, que en muchísimas ocasiones proporciona un ROL que condiciona el Status social.
Al perder el trabajo en muchas ocasiones se pierde ese rol de comunicación, apareciendo un sentimiento de inseguridad que afecta negativamente a su personalidad.

ALTERACIONES Producidas por el Paro.

La situación de desempleo afecta a nuestra rutina diaria, pero sobre todo a nuestra salud.
El ritmo laboral, regula en gran parte el metabolismo hormonal al evitar la tensión permanente. El desempleo produce un aumento de las hormonas corticotropas.
El desempleo conlleva una disminución de ingresos familiares y por lo tanto cambios en el estilo de vida, produciendo una reducción de las relaciones sociales.

El paro, no afecta a todas las personas por igual, ya que va a depender de la personalidad y de las circunstancias económicas de cada familia.

  • Hay personas que inmediatamente de estar en el paro, se dedica a buscar trabajo.
  • Otras en cambio, se toman un año sabático y cuando quieren darse cuenta se les ha terminado el cupo del paro y comienzan las auténticos problemas.
  • En otras personas se produce un sentimiento marcado de la disminución de la autoestima, que provoca un sentimiento de incapacidad y autoculpabilidad, lo que da lugar frecuentemente a situaciones de aislamiento social, con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
    El sentimiento de fracaso y de culpa afecta en gran medida a la esfera psicológica.

Trastornos Físicos-Psíquicos del Paro.

La Autoestima y el Stress son la base de los trastornos físicos y psicológicos producidos por el desempleo. Los trastornos más frecuentes que se producen son:

  • A nivel metabólico:
    • Asma.
    • Dolores de tipo artrítico.
    • Úlceras gastrointestinales.
    • Cefaleas.
    • Polialgias:
      • Cervicalgias.
      • Lumbalgias.
    • Cardiopatías coronarias y problemas circulatorios por un aumento de las hormonas corticotropas.
    • El desempleo da lugar a un mayor consumo de alcohol, tabaco y otras drogas provocando un mayor riesgo de accidente.
  • A nivel Psicosomático, los más frecuentes son:
    • Crisis de Ansiedad y Depresión. Como consecuencia de los problemas económicos y autoestima.
    • Neurosis de Paro: Suele producirse en individuos al final de su vida laboral, va al paro. Esta circunstancia da lugar a cierta hiperactividad que va a terminar produciendo:
      • Debilidad.
      • Agotamiento.
      • Alteraciones del sueño.
      • Anemia, por una insuficiente alimentación.
    • Aumenta la Hipocondría.
    • Alteraciones cognitivas: A partir de cierta edad, la preocupación por el paro da lugar a ciertas alteraciones en el área cognitiva que se traducen en:
      • Necesitar más tiempo para hacer las mismas cosas.
      • Pereza para realizar las actividades de la vida cotidiana.
      • Alteraciones de la Atención. La depresión y ansiedad producidas por el paro, puede dar lugar a una disminución de la capacidad de concentración, con lo cual disminuye la retención de las cosas y al final si se prolonga mucho tiempo se traduce en una pérdida de la memoria.

SOLUCIONES

  • Realizar actividad física y deporte.
  • Buscar trabajo de forma activa, no solo por internet. Entregar curriculum personalmente y no por correo.
  • Aceptar trabajos que no tengan que ver con su capacidad o estudios, a la vez que se sigue buscando otro trabajo.
  • Ayuda familiar, mediante la comprensión y el ánimo.
  • No refugiarse única y exclusivamente en aumentar su formación mediante cursos y Máster, ya que esta circunstancia sirve en ocasiones para auto justificar la situación y acomodarse a la circunstancia, como justificación social ante los amigos y familiares.