Estamos viviendo un verano especialmente caluroso debido a las altas temperaturas que estamos registrando, tanto en junio como en julio, con hasta 42º en zonas como Badajoz, Zaragoza o Sevilla. Pero, ¿qué tenemos que tener en cuenta para no sufrir un golpe de calor ante estas olas incesantes de altas temperaturas?

La piel es el organismo que batalla contra el calor; nuestra piel rompe a sudar gracias a las glándulas sudoríparas que expulsan el sudor para regular la temperatura. Además, con este objetivo de regulación, es hacia la piel a la que llega una gran cantidad de sangre bajo el mandato del hipotálamo. Si no sabemos regular bien la temperatura de nuestro cuerpo y la exponemos a grados más altos de lo que nuestro organismo puede procesar y, por tanto, bajar la temperatura de nuestro cuerpo mediante sus propios mecanismos; seremos más tendentes a un golpe de calor.

Debemos tener en cuenta que el dolor de cabeza, nauseas, pulsaciones irregulares o sentirse aturdido, pueden ser señales que nos lanza nuestro cuerpo ante un calor excesivo difícilmente procesable y puede ser el inicio de situaciones mucho más peligrosas como la pérdida de conciencia o un fallo cardiaco que pueden derivar en un golpe de calor con consecuencias irremediables.

Por ello es de vital importancia:

  1. Mantenerse hidratado de manera constante: aunque no tengamos la sensación de necesitar beber agua, hacerlo.
  2. Evitar el sol en las horas centrales del día.
  3. Usar ropa ligera
  4. No hacer ejercicio físico en momentos de mucho calor.

Cuiden de su temperatura para cuidar de su salud.