A lo largo de estas dos semanas venimos diciendo en prensa, radio y televisión, que la incorporación del jugador al equipo se debía de hacer con mucha precaución y poniendo todos los mecanismos de prevención de las lesiones en alerta y que el jugador no tenía que estar condicionado por la presión mediática y las ganas del aficionado de verle en el Bernabeu, ya que esto podía suponer un factor de riesgo importante en cuanto a la posibilidad de lesionarse tanto a nivel muscular como una lesión grave.

Bale no ha realizado una pretemporada normal en ningún aspecto. Ha estado sometido a una gran presión psicológica por la incertidumbre de su fichaje y tampoco ha realizado la preparación física adecuada para afrontar los primeros compases de la competición liguera española. Y por mucho que queramos, la biología y la fisiología del esfuerzo siguen existiendo y no cambian en el ser humano a pesar de la evolución de nuestra sociedad, de tal forma que los periodos de adaptación físicos y psicológicos se tienen que respetar si queremos conseguir el máximo rendimiento de un deportista y a la vez prevenir la aparición de lesiones importantes.

Bale no es una excepción y tiene que adaptarse en el aspecto psico-social ,al nuevo equipo, compañeros, ciudad, horarios y comidas diferentes. Y en el aspecto físico más todavía ya que es un jugador todo potencia. Las molestias en el recto anterior son siempre de preocupar. Los estudios nos dirán mañana un pronostico.

Consulta el artículo en el Diario AS: http://opinion.as.com/opinion/2013/09/22/portada/1379883229_456082.html