Vuelven de nuevo las preocupaciones por el estado físico y médico de Nadal. Al final del segundo set, en una dejada, al realizar un mal gesto, notó un fuerte pinchazo al nivel del tendón del cuádriceps, en la misma zona o cercana a la lesión que tuvo el año pasado y que le obligó a un descanso forzoso. El año pasado la lesión se produjo por sobrecarga de tantos entrenamientos y partidos. Ahora ha notado un pinchazo en la misma zona donde además de la lesión del tendón cuadricipital, apareció también un edema óseo de la rótula. Es una lesión a priori preocupante, ya que todas las tendinopatías de repetición se alargan en el tiempo.

Una de las cualidades fundamentales de Nadal es la potencia. Ha forjado un cuerpo atlético y musculoso que ha sido la base de su innegable éxito, del que todos hemos disfrutado a tope. Por eso ahora nos preocupa en alto grado la nueva lesión. El difícil equilibrio inestable entre descanso y entrenamiento es la base para una recuperación total, que le permita competir libremente . Que no juegue sufriendo, sino disfrutando. De esta manera todos seguiremos soñando con sus triunfos.