Viendo las imágenes de la grave lesión de David Villa observamos que en el mismo momento de producirse la lesión el jugador es consciente de la misma, y hace señales al banquillo solicitando rápidamente asistencia médica. El parte médico nos habla de una fractura de tercio medio de tibia. Normalmente, este tipo de fracturas en el fútbol suelen producirse como consecuencia de un traumatismo directo, fuerte y violento y, sin embargo, en este caso concreto observamos que ha existido un simple forcejeo entre dos rivales con caída al suelo, sin traumatismo directo fuerte evidente. Y echando mano a la memoria, recordamos las palabras del técnico del Barcelona Guardiola, cuando en vísperas del partido contra el Hospitalet, dijo públicamente que el jugador Villa tenía «fuertes dolores en la tibia, pero que se trataba de un jugador muy fuerte y con gran capacidad de sufrimiento». Posteriormente alguien dijo que se trataba de una pequeña fisura por estrés de la tibia.

Estas noticias, coinciden totalmente con las imágenes que hemos visto de la grave lesión. Es muy posible que existiera una posible lesión por estrés, y en un momento dado los vectores de fuerza han incidido en dicho punto, produciendo una fractura total de tibia.

Fracturas por estrés en la tibia en el fútbol se han dado con relativa frecuencia, entre las más destacadas está la de Javier Clemente. Al llegar a Barcelona, se le realizarán nuevas pruebas médicas, se sopesará el tipo de intervención quirúrgica y se establecerán los criterios en cuanto a pronóstico de reaparición. Si no hay problemas de consolidación del foco de fractura, que con relativa frecuencia se dan, lo más probable es que de cuatro a cinco meses el jugador pueda estar en los terrenos de juego. Ahora bien, volver a tener el ritmo de la competición y perder el miedo a meter la pierna, es muy difícil que lo consiga en el transcurso de esta temporada. Y desde luego veo complicado que el jugador esté en condiciones óptimas para la Eurocopa.

Consulta el artículo en el Diario AS: http://opinion.as.com/opinion/2011/12/16/portada/1324065359_850215.html