He dicho ya en varias ocasiones que la medicina, hoy en día, no tiene una respuesta clara para la muerte súbita. Por muchos reconocimientos médicos rigurosos que hagamos y todas las pruebas complementarias que están a nuestro alcance sean practicadas a los deportistas, seguiran produciéndose casos como el de Miguel García. Ayer cayó desplomado sobre el terreno de juego flotando sobre el ambiente una nueva tragedia que impactó a todos los jugadores del partido. Aunque la medicina preventiva no tiene una respuesta, la asistencial sí que ha dado un gran avance al disponer en el campo de medios necesarios para reanimar al paciente y evitar un desenlace fatal.

Hasta que los test genéticos no sean una realidad, cosa que pienso todavía tardara unos años en producirse, lo mejor que podemos hacer es concienciarnos del problema y dotar a todas las entidades deportivas y públicas de los elementos necesarios. Entre ellos están los desfibriladores y charlas orientativas a los deportistas para que una asistencia de urgencia impida la muerte súbita y nos permita el traslado urgente a un centro hospitalario cercano.

Consulta el artículo en el Diario AS: http://opinion.as.com/opinion/2010/10/25/portada/1288032964_850215.html