A estas alturas de la temporada, el pronóstico de las lesiones en cuanto a tiempo de evolución cambia radicalmente con respecto a otras fechas. Llega la hora de la verdad, el ser o no ser en cuanto a los objetivos cumplidos. Es la hora de exigir esfuerzos, responsabilidades y, por qué no decirlo, de arriesgar más de la cuenta para que los jugadores lesionados entren en el once inicial. La medicina no es una ciencia exacta. El dolor, las molestias, los estudios radiológicos y ecográficos e incluso las pruebas de campo, tienen un valor relativo a estas alturas de la competición.
Es cierto que las lesiones de los tres jugadores del Real Madrid están en los límites permisibles para poder jugar contra el Tottenham. Es posible, incluso, que no estando en perfectas condiciones el rendimiento deportivo sea óptimo, pero también puede ocurrir que las lesiones existentes se agraven considerablemente y se alargue en el tiempo su completa curación. Pero el deporte de elite es así. Hay momentos en los que hay que exigir máxima responsabilidad a todos los componentes. En consecuencia, el consenso entre médicos, jugador y técnicos tiene que ser total. Arriesgar en este tipo de lesiones es ahora una necesidad. No hay honor sin dolor y la unión hace la fuerza. El Real Madrid debe ser una piña para salvar la temporada con honor.
Consulta el artículo en el Diario AS: http://opinion.as.com/opinion/2011/04/04/portada/1301943356_850215.html
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