Nuevamente un inhalador con salbutamol es el protagonista del mundo del ciclismo.

Según comenta el Dr. González, a pesar de las múltiples opiniones que un caso como este puede suscitar, existe una realidad objetiva, y es que una inhalación con broncodilatador llamado salbutamol, más conocido como Ventolin, cuando el ciclista va asfixiado subiendo un puerto de primera, da alas al afortunado que cuenta con licencia y le aleja de la cola, permitiéndole ocupar los puestos más codiciados.

En este caso, por tanto, parece una fortuna ser asmático. El resto deberá sufrir la dureza de las pendientes y la deuda de oxígeno que le llevará a la fatiga y a los puestos del pelotón.

En opinión del Dr. González, la lucha contra el dopaje es pura política. En este caso, sin dudas aparentes al respecto, habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Consulta el artículo en el Diario AS: Froome, otro caso más y ya van…