Está demostrado que el ejercicio físico tanto de fuerza, como de resistencia muscular o dicho en otros términos aeróbico o anaeróbico  tiene efectos positivos sobre la salud.

Sin embargo,  hay un punto límite para los beneficios, a partir del cual el sobreesfuerzo,  léase  sobreentrenamiento  o ejercicio de alta intensidad, puede reducir  los beneficios sobre la salud y perjudicar el sistema inmunológico del deportista.

Y cuando uno quiere vivir  del deporte profesional como medio de vida, entonces el ejercicio físico  se convierte  en un factor de riesgo laboral,  es decir,  que el deporte se convierte en riesgo, no en salud. Muchas veces hemos oído decir que el deporte de élite es incompatible con la salud y que al final tanta intensidad en el ejercicio termina pasando factura.

Los que así opinan, no están exentos de razón.

Para conseguir el máximo rendimiento deportivo, el  futbolista  profesional dedica casi todo el tiempo en el entrenamiento, lo que requiere dedicación física, mental y social completa. La vida la tiene asociada alrededor de los partidos, entrenamientos y viajes.

Pocos conocen la vida del futbolista  después de retirado. Durante su carrera profesional han ganado dinero,    gozan de fama y reconocimiento social. Y muchos de ellos una vez que abandonan  la práctica profesional continúan ligados al mundo del  fútbol, unos como entrenadores o ayudantes del equipo técnico, otros como ojeadores y representantes.

Sin embargo, la gran mayoría de ellos inician una nueva vida al margen completo  de la actividad que practican durante largos años

PLANO PSICOLÓGICO

“Retirarse es morirse un poco”. Esta frase lleva mucha filosofía en su contenido, ya que desde el punto de vista emocional, el futbolista en el momento del retiro presenta un vacio importante en su esfera mental, que no siempre es fácil llenar.

La nueva adaptación al medio, no siempre es fácil, crea problemas de ansiedad y a veces depresión. No han sido infrecuentes las tentaciones de suicidio.

Muchos han ganado dinero y han sabido ahorrar e invertir. Otros en cambio, han malgastado y no han ahorrado. Y algunos han derrochado lo ganado y al poco tiempo de abandonar la práctica del fútbol están arruinados.

Por ello, es importante mentalizar al jugador a que se prepare para el futuro, para cuando abandone el fútbol o el deporte en general. Tarea ésta muy difícil, ya que el futbolista, cuando está arriba, oye pero no escucha. Salvo honrosas excepciones.

Pero no sólo en la esfera mental se producen alteraciones en el futbolista retirado, sino también a nivel del organismo.

OBESIDAD

La mayoría de los futbolistas están dotados genéticamente, de tal forma que la práctica deportiva les ayuda a mantener su peso sin grandes dificultades. Sin embargo, hay otros que en cambio, a pesar del deporte tienen tendencia a engordar, e incluso a la vuelta de las vacaciones viene con exceso de peso.

Pues bien, este tipo de futbolistas, cuando abandonan la práctica del deporte profesional, se vuelven obesos, con abdómenes prominentes que viven una realidad muy diferente y lejos de los reflectores que durante años fueron fieles acompañantes de su fama perdida.

Las alteraciones cardiovasculares y las enfermedades silentes como la hipertensión y la Diabetes, se hacen habituales en estos jugadores.

OSTEOARTRITIS

La Osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones que produce incapacidad y se caracteriza por producir dolor, rigidez y degeneración de las articulaciones.

La artrosis, es la patología más frecuente en el futbolista retirado. La sobrecarga de entrenamientos y partidos y las recuperaciones rápidas tras una lesión, favorecen las alteraciones degenerativas a nivel articular, que se va a hacer más importante con el devenir de los años.

Los microtraumatismos de repetición que se producen de forma constante en el fútbol son la causa fundamental por la que se producen estas alteraciones articulares que con la edad favorecen los procesos artrósicos.

Las articulaciones más afectadas son la cadera, rodilla y tobillo-pie. Afortunadamente la columna vertebral, no sufre en el fútbol como en otros deportes, aunque también hay casos, pero más bien escasos en comparación con los mencionados anteriormente.

CADERA

La carga física realizada en el transcurso de los entrenamientos intensos y partidos es un factor de riesgo para el desarrollo de una artrosis severa de la cadera, con la edad.

En estudios publicados por la prestigiosa revista British Journal Of Sport Medicine, la posibilidad de desarrollar artrosis de cadera en jugadores profesionales retirados de fútbol es 10 veces superior al resto de la población.

Además este estudio demostró que la aparición de la artrosis de cadera, no guardaba ninguna relación con haber sufrido lesiones en esta parte del cuerpo durante su carrera.

RODILLA

Las lesiones de rodilla es la causa más frecuente de invalidez permanente en las lesiones asociados al fútbol.

Y dentro de la rodilla la lesión del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) es la lesión más importante, ya sea aislada o bien asociada a lesión del menisco o ligamentos laterales.

A medida que avanza la edad, las rodillas afectadas de una rotura de L.C.A. solas o asociadas, operadas o no, aumentan los problemas de inestabilidad y el desarrollo de una artrosis bicompartimental, tricompartimental, que en ocasiones lleva directamente a la Prótesis de rodilla.

TOBILLO Y PIE

En el fútbol, no sólo afecta a estas estructuras el impacto del pie sobre el suelo, sino fundamentalmente los microtraumatismos de repetición constantes que se producen como consecuencia de la esencia del fútbol que es el manejo y golpeo del balón.

Además la Bota de Fútbol no es el calzado idóneo para correr, aunque sí para jugar al fútbol.

Pues bien, estos microtraumatismos de repetición, terminan produciendo lo que los expertos llamamos “Tobillo del Futbolista”, donde la artrosis y osteofitos forman parte de las estructuras anatómicas del pie, que no impide la actividad deportiva pero si producen molestias y dolores que obligan a la colocación de órtesis plantares para aliviar los mismos.

Con los años, estas artrosis se acentúan provocando incapacidades.

Queremos terminar este artículo con una PARADOJA:

Hemos dicho que el ejercicio en exceso puede provocar artrosis. Pero también decimos que el ejercicio puede evitar las complicaciones de la artrosis. El exceso trae complicaciones y la moderación beneficios. Así pues, cuidemos nuestra salud, mediante el ejercicio y el deporte moderado.