Mucho se está hablando y escribiendo acerca de los perjuicios de jugar partidos de fútbol de la liga de primera división en el horario de las mañanas. Hemos oído decir a profesionales del mundo del fútbol que el horario de las doce de la mañana perjudica la competición, ya que el rendimiento deportivo del jugador no es el mismo, sino que se rinde mucho menos, tanto por la hora como por el calor existente.

A este respecto, queremos hacer una serie de matizaciones, con fundamento científico – médico, que aunque se puedan rebatir, tienen su argumentación.En primer lugar, decir que desde el punto de vista de fisiología del esfuerzo, competir por las mañanas es mejor que hacerlo por las tardes, ya que a las doce de la mañana, los niveles de cortisol son máximos, ya que es cuando el umbral de la luz está en el pico más alto, y en consecuencia se optimizan más las funciones fisiológicas y los mecanismos de acción-reacción están en su punto más álgido.

En segundo lugar, competir por las mañanas supone levantarse a las ocho y media de la mañana, desayunar a continuación, pequeño paseo y directos al campo de fútbol. Cuando se compite por las tardes, sobre todo a partir de las siete, los jugadores sestean más de la cuenta, e ingieren más calorías de las deseadas en sus ratos de ocio.

Cuando el partido es matinal, el jugador suele comer en casa, se echa una pequeña siesta, por la tarde un pequeño paseo y a la hora de dormir, no suele tener problemas para conciliar el sueño. En cambio, en los partidos vespertinos, llegan a casa tarde, cenan y en muchísimas ocasiones se pasan muchas horas sin poder conciliar el sueño, de tal forma que en ocasiones nos piden relajantes para poder dormir después de la competición.

Pero también es cierto que a la mayoría de los jugadores les gusta más competir por la tarde noche que por la mañana ya que a esas horas es cuando hay máxima audiencia de público y televisiva.

Los defensores de los horarios vespertinos, nos dicen que a las doce de la mañana hace mucho más calor que a las cinco de la tarde,lo cual tampoco tiene porqué ser cierto.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Cuando se practica deporte a temperaturas altas, el jugador debe de tener siempre una serie de precauciones, para prevenir efectos no deseables, y así ante situaciones de agotamiento grande (calambres no habituales, cefaleas, náuseas o visión borrosa, entre otras), debe de optar por la retirada del terreno, para evitar el temido golpe de calor, que puede tener peores consecuencias.

La prevención ante temperaturas altas, consiste en mantener una adecuada hidratación antes, durante y después del partido. La hidratación previa es importante y el jugador debe de beber a sorbos pequeñas cantidades y no tratar de hidratarse de un trago grande, como suele ser habitual. Debe de beber agua fresca, fundamentalmente. Durante el partido, se deben aprovechar los parones del juego para hidratarse y para ello es importantes que todos los recoge pelotas estén preparados con la bebida adecuada preparada por los servicios del club.

Otro de los aspectos a contemplar es la alimentación para los que no estén acostumbrados a competir por las mañanas. Es conveniente acostarse temprano y levantarse a las ocho y media de la mañana y a continuación desayuno, que habitualmente está compuesto por zumo de naranja, frutas, cereales y leche. También son aceptados por los jugadores los sandwiches mixtos. Hemos intentado en más de una ocasión dar arroz o pasta por la mañana pero en España esos desayunos no suelen tener aceptación.

Así pues, concluimos diciendo que competir por la mañana no tiene ningún perjuicio en cuanto a rendimiento deportivo, sino más bien todo lo contrario, y que desde luego es más saludable para el jugador.

Consulta el artículo en el Diario AS: Partidos por las mañanas