Viendo los partidos de la Champions, en los que Madrid y Barcelona han caído eliminados, quiero hacer unas consideraciones desde la objetividad. Hace meses escribí que el Madrid había comenzado la Liga de forma impresionante en el aspecto físico y que ese estado no era normal al inicio de la competición. Decía así mismo que, desde el punto de vista de la fisiología del esfuerzo, era imposible aguantar ese ritmo todo el campeonato. El tiempo me ha dado la razón. Viendo el último partido contra el Bayern. Analizando el aspecto físico, el equipo bajó su rendimiento al final del primer tiempo y, a medida que avanzaba el segundo, iba perdiendo fuerza y precisión. Lo que ocurrió en los penaltis es la secuencia lógica del estado físico.

Y en el Barcelona, las cosas no son muy diferentes. Pero como el tipo de juego es distinto, las carencias físicas pasan más desapercibidas. Y así hemos podido ver como en los dos partidos con el Chelsea, el Barcelona ha sido el dueño del la pelota y del juego, pero en cambio su juego no era fluido, faltaba precisión en la entrega, disminución en la capacidad de desmarque y sobre todo falta de definición cara al gol. Y esa falta de definición se debe única y exclusivamente a la fatiga muscular, porque los receptores neuromusculares no están afinados. De ahí tantas ocasiones creadas y tan pocos goles hechos. Creo que el pique entre las dos aficiones se ha trasladado a los técnicos, que en busca de batir récords, se han olvidado de mover banquillos, llegando a producir cansancio y fatiga muscular en sus equipos. Eso ha provocado lo que no queríamos: la eliminación de ambos de la competición mas importante. Que sirva de ejemplo y enseñanza.

Consulta el artículo en el Diario AS: http://opinion.as.com/opinion/2012/04/29/portada/1335725760_850215.html