El sedentarismo y la falta de actividad física y deportiva favorece el deterioro precoz de las capacidades del cerebro, a edades cada vez más tempranas.

Por otro lado, una alimentación inadecuada produce la disminución del volumen del cerebro, favoreciendo el deterioro del nivel cognitivo.

Ciertas capacidades del cerebro como son la memoria, la capacidad de razonamiento y de comprensión puede comenzar a deteriorarse a partir de los 45 años de edad.
Y a partir de 60 años, el declive cognitivo se hace realidad en muchísimas personas.

Por este motivo estudios realizados por Brithich Medical Journal, propugnan promover estilos de vida saludables desde el punto de vista cardiovascular, porque “lo que es bueno para el corazón, también lo es para la cabeza”.

Dicen los expertos que nuestro cerebro está preparado para vivir más de cien años, pero nuestro cerebro tiene riesgo de perder la lucidez a medida que se acumulan los años.

Está demostrado que el ejercicio físico y el deporte es bueno para la salud cardiovascular y en consecuencia para todo el organismo.

Y cada vez observamos que una dieta adecuada tiene una gran influencia en la salud de nuestras neuronas y en el desarrollo de nuestra actividad cognitiva.

Estudios realizados en la Universidad de Portland por medio de biomarcadores y Resonancias Magnéticas han demostrado que aquellas personas que tenían mayores de ácidos grasos W3 procedentes del pescado y altos niveles de vitaminas B, C, D y E notaban un mejor nivel cognitivo y una menor disminución del volumen cerebral.
Al contrario ocurría con aquellos que habían tomado grasas industriales, fritos, margarina y comidas basura.

En conclusión podemos reseñar:

  • Que el sedentarismo que cada día aumenta más en nuestra moderna sociedad favorece las alteraciones cardiovasculares y enlentece la actividad cognitiva.
  • Que una alimentación inadecuada donde está presente la bollería industrial, las grasas y la comida basura, favorece la disminución del volumen cerebral, facilitando el deterioro cognitivo.

En consecuencia para una buena salud física y mental es cada día más necesario:

  • Evitar el sedentarismo, realizando actividad física, gimnástica o deportiva de forma regular a lo largo de la semana.
  • Cuidar mucho la alimentación evitando las grasas, no abusando de la bollería industrial, teniendo cuidado con la comida basura y procurando que las frutas y las verduras estén siempre presentes en nuestra dieta.