La deshidratación es la pérdida excesiva de líquidos por parte del organismo sin que exista una reparación inmediata de los mismos.

Entre las causas más comunes de la deshidratación , tenemos los vómitos, diarreas y la sudoración excesiva producida a causa del ejercicio intenso cuando éste se practica en medios muy calurosos.

Los síntomas más comunes de la deshidratación , suelen ser la sequedad de la lengua y mucosas de la boca, falta de elasticidad de la piel, vómitos, náuseas, ojos hundidos, la tensión arterial baja y el pulso se acelera.

En los estudios analíticos de sangre, vemos alteraciones de los iones con disminución de la orina que está muy concentrada y amarilla, estado de cansancio generalizado.

La insolación es la forma más severa de enfermedad por el calor y es una emergencia que pone en peligro la vida.

La insolación se produce como resultado de una exposición prolongada al calor durante la cual la persona no suda lo suficiente como para refrigerar la piel y hacer que baje la temperatura corporal.

Los síntomas de la insolación además de los descritos anteriormente son desorientación, confusión, calambres, dolor de cabeza y mareos.

El tratamiento consiste en la rehidratación y normalmente con la oral es suficiente.

En los casos importantes hay que hacerlo por vía intravenosa. Es mejor suministrar pequeñas cantidades (en cucharaditas) para evitar vómitos.

En caso de no disponer de bebidas adecuadas, podemos hacer la llamada limonada alcalina: que consiste en disolver en 1 litro de agua el zumo de dos limones, una cucharada de Bicarbonato Sódico y azúcar al gusto.

Como medidas preventivas para evitar la  deshidratación  debemos de beber frecuentemente líquidos antes, durante y después del deporte en pequeñas cantidades y no llevar ropas demasiado ajustadas para que se pueda favorecer la transpiración.