A lo largo de 25 años en la práctica de la medicina deportiva tenemos que afirmar que efectivamente han sido varios los casos en los que hemos informado del riesgo de fichar un jugador que presentaba determinada patología:

Como ejemplos claros tenemos el de un jugador brasileño que presentaba una CIA (comunicación ínter-auricular). Un jugador malagueño que presentaba una lesión aguda de astrágalo. Otro jugador hispano americano que en la analítica presentaba una plaquetopenia importante.

Podemos recordar como el defensa Milito no pasó las pruebas médicas que realizaron los servicios médicos del Real Madrid por un problema de rodilla.