El Golf es un deporte igual de beneficioso para el organismo que cualquier otro deporte o actividad física. Es un deporte en el que se da una actividad física moderada que se realiza al aire libre, en contacto con la naturaleza y sobre pasajes verdes.

Se puede practicar a cualquier edad, pero se recomienda sobre todo a las personas mayores de 60 años, porque durante la práctica del golf, se ponen en juego una serie de factores importantes como son:

  • Baja exigencia física, y por lo tanto no conlleva un alto nivel lesional:

Se ejercitan prácticamente todos los músculos, tanto de miembros superiores como inferiores, a la vez que se les dota de gran elasticidad, flexibilidad y precisión. Además, puede aumentar la fuerza y equilibrio en las personas de edad avanzada.

  • Gran concentración:

Durante la práctica del golf la concentración fluye por sí misma, siendo capaz de desconectar totalmente durante las horas que dura el juego, olvidándose de todo lo que no sea golpear a la bola. Y esa concentración ayuda al equilibrio mental. Es decir, favorece la salud física y mental, siendo una terapia antiestrés.

Es un deporte de sensaciones, donde cualquiera puede ganar a cualquiera, independientemente del nivel del juego:

Esto hace que este deporte tenga un gran componente de sociabilidad, que viene determinado por las horas de duración del partido. Contribuye por lo tanto a fortalecer las relaciones interpersonales.

  • Favorece el retraso de las enfermedades neurodegenerativas e incluso desmielinizantes:

Es un deporte que se practica al aire libre y la oxigenación es básica en estos procesos.

Asimismo, es buena para favorecer los procesos cardiovasculares y potenciar los niveles de Vitamina D.

Hay incluso estudios publicados que dicen que la práctica de forma regular del Golf, pueden alargar la vida hasta 5 años.

La practica de 18 hoyos andando, supone un gasto calórico entre 1.200 – 1.500 calorías.

Para verse beneficiado de estas y otras consecuencias positivas derivadas de la práctica deportiva de esta modalidad, pueden seguirse algunas de las siguientes recomendaciones orientadas sobre todo a aficionados a partir de los 60 años:

  • No dar más de un cubo de bolas en el campo de prácticas. Es decir, no más de 30-40 bolas y darlas sin prisas. La espalda y los codos sufren en gran medida cuando se dan 90–100 bolas en prácticas. Y a la larga, no se obtiene mejor resultado que con 30- 40.
  • Cuando se tiene problemas de espalda, procurar no salir con el Drive, y usar siempre palos cortos. Como decía Severiano Ballesteros: “Si quieres bajar tu Handicap, no te canses de usar hierros cortos el 7 y el 8”.
  • No agarrar con mucha fuerza el palo de golf, siguiendo siempre la máxima del golf  “Dios mío…, dame fuerzas, para darle despacito”.