Con la llegada del verano y el calor comienza la temporada de ir a la piscina y a la playa con la finalidad de refrescarnos y divertirnos.

Pero también podemos aprovecharlo para practicar deportes acuáticos ya sea para mantener la forma física de una manera distinta que durante el resto del año, o para empezar a hacer esa actividad física regular que siempre recomendamos los médicos pero que nunca se encuentra el momento adecuado para comenzarla.

Entre las distintas modalidades la natación es una de las más completas y sencillas de realizar puesto que lo único que se necesita es el propio medio acuático.

Y ello es una de las principales ventajas de este ejercicio porque al practicarse en el agua evita los impactos repetidos que se producen en otras actividades como la carrera, que no son convenientes para los que padecen patologías articulares, especialmente por lesiones de cartílago como la condromalacia rotuliana o la artrosis. Además facilita la posibilidad de hacer una actividad física a personas que padecen diversas patologías del aparato locomotor que de otra manera les costaría mucho poder realizarla “en seco”.

Como cualquier otro deporte aeróbico, produce beneficios desde el punto de vista cardiorrespiratorio, mejorando la función cardíaca y nuestra capacidad pulmonar, así como para el sistema vascular, mejorando la circulación sanguínea.

Es un ejercicio muy completo porque se trabajan prácticamente todas las articulaciones y músculos del cuerpo, tanto miembros superiores como inferiores, mejorando la flexibilidad y la tonificación de la musculatura, sobre todo de la espalda y abdominal, siendo muy beneficioso para los que padecen patologías de columna vertebral, especialmente de la zona lumbosacra.

Por último, y no menos importante, nos va a ayudar a quemar calorías para mantener un peso adecuado, teniendo en cuenta que durante esta época del año hay que seguir llevando una dieta saludable y, como después de practicar cualquier otra actividad deportiva, nos aporta desde el punto de vista psíquico una sensación de bienestar que tanto se agradece sobre todo cuando disfrutamos de unas merecidas vacaciones.

Dr. Eduardo Berruguete
Centro Médico Deyre