La condromalacia rotuliana describe el dolor en la parte delantera de la rodilla; una dolencia consecuencia del sufrimiento del cartílago en la superficie posterior de la rótula por un aumento de presión, pero no necesariamente tiene que estar dañado; se trata, por tanto de un desgaste del cartílago, una lesión degenerativa del mismo. La incidencia de esta patología en jóvenes suele darse, especialmente, por sobrecarga y sobrepresión en la rodilla; en cambio, en adultos y mayores, la afección se encuentra más relacionada con enfermedades degenerativas como, por ejemplo, la artrosis.

Las causas de la condromalacia rotuliana pueden ser debidas a desalineaciones; traumáticas por fracturas o contusiones, degenerativas o por sobreentrenamiento. Es una lesión en la que inciden muchos factores, un sobreuso que puede provocar un desgaste acelerado del cartílago. Además, hay otros factores que pueden influir en este desgaste como, por ejemplo, tener una musculatura débil; una longitud desigual de las piernas o, por ejemplo, acortamientos de la musculatura.

En el caso del «sobreentrenamiento» debemos tener en cuenta que si entrenamos con un calzado inadecuado o en superficies no correctas, se aumenta la fuerza ejercida sobre la rótula; debemos tener cuidado con las flexiones bruscas de rodilla, especialmente, si las realizamos con un peso inadecuado. Además, debemos tener en cuenta que, para evitar problemas y dolencias, la musculatura que rodea y soporta nuestra rótula debe estar bien trabajada para que pueda asimilar la «sobrefatiga» muscular.

Cara a prevenir esta dolencia, especialmente en deportistas, es importante una correcta técnica en la práctica de tu deporte así como estirar antes y después de la misma. Flexibilizar y reforzar grupos musculares como cuádriceps-flexores-rotadores e isquiotibiales te ayudará a prevenir a tu rótula de una sobrecarga mayor de la que pueda soportar tu cartílago. La crioterapia tras la práctica deportiva (aplicar hielo sobre la zona durante un tiempo prudencial 10-15 min) siempre será una buena manera de desinflamar tejidos y ayudar a una pronta recuperación.

El síntoma predominante de la condromalacia rotuliana es el dolor, especialmente sensible en la parte delantera de la rodilla. Los pacientes suelen describir el dolor cuando la rodilla está en acción y también tras el ejercicio. Pueden aparecer chasquidos tras haber estado sentado y levantarse o sencillamente con caminar o subir escaleras.

En cuanto a su tratamiento, antes de llegar a la cirugía – como último recurso – trataremos que la rehabilitación y la fisioterapia hagan su efecto, así como ejercicios para fortalecer la musculatura que lo rodea; mejorar la mecánica de la rótula con cambios de ejercicios, de intensidad y bajada de carga e incluso se valorará la infiltración de ácido hialurónico, PRP o células madre.