El proceso de degeneración artrósica de la articulación trapezometacarpiana, llamada comúnmente Rizartrosis, es una patología relativamente frecuente. Generalmente provoca dolor y en muchas ocasiones incapacidad para poder hacer determinadas actividades de la vida cotidiana, como abrir una botella o cualquier movimiento que requiera intervención de dicha estructura anatómica. Durante muchas décadas la rizartrosis ha sido una patología que no tenía solución ya que incluso la intervención quirúrgica no conseguía solucionar definitivamente el dolor.

En los últimos años afortunadamente la situación ha cambiado y en la actualidad las medidas terapéuticas consiguen gran alivio de la sintomatología dolorosa disminuyendo de forma considerable la incapacidad.

En las primeras fases del dolor la Fisioterapia mediante el masaje, rayos laser y la hipertermia profunda tipo Erba-Tec suelen producir un alivio del dolor. Sin embargo, la evolución de la lesión suele progresar en la mayoría de los casos y es entonces cuando aplicamos infiltraciones, produciendo un gran alivio del dolor momentáneo.

El tratamiento conservador es posible combinarlo con terapia biológica, empleando las células del propio paciente.