El tromboembolismo pulmonar es una obstrucción de la circulación arterial pulmonar, que en un altísimo porcentaje de los casos se produce por un émbolo procedente del sistema venoso de las extremidades inferiores y, con menos frecuencia, de las venas de la pelvis. Se trata de un cuadro clínico de urgencia, que debe de ser atendido a ser posible en las tres primeras horas, ya que si se alarga el diagnostico en el tiempo, puede producir una tasa de mortalidad de hasta un treinta por ciento.

El cuadro suele iniciarse con dificultad respiratoria, dolor torácico intenso, tos, ansiedad y palpitaciones, creando una alarma que obliga al ingreso hospitalario para establecer un diagnostico y proceder al tratamiento de urgencia, con vigilancia en la UVI, administración de oxígeno y heparinización intravenosa. Las causas pueden ser múltiples, pero en el deporte destacamos los politraumatismos, viajes prolongados en asientos reducidos (sobre todo para jugadores de baloncesto) e inmovilizaciones por lesión u operación, circunstancias que se han dado en los afectados. La trombosis de Rancik, del Alicante, también se encuadra dentro de estos casos, si bien el pronóstico y tratamiento son muy diferentes.