Se ha terminado el Mundial y los jugadores comienzan a tomar sus merecidas vacaciones. Ha sido una temporada tremendamente dura para los veintitrés integrantes de la Selección. En muchas ocasiones hemos comentado todos que se les veía cansados, mal físicamente, circunstancia no exenta de verdad por la acumulación de partidos, viajes y entrenamientos. Han conseguido el éxito y ahora se merecen el descanso de los campeones. Y el tiempo para la recuperación de la carga fisiológica y mental que han tenido que soportar se establece en un mínimo de 20 días. Es decir, que lo normal e ideal es que los jugadores se reincorporen a la disciplina de sus clubes en los primeros días de agosto. Reconocimiento, pruebas médicas y a iniciar la pretemporada con el equipo. Una pretemporada que debe ser buena y a conciencia, ya que la próxima temporada va a ser muy larga, al igual que lo son todas en estos días.

Pues bien, a alguien se le ha ocurrido la brillante idea de poner un partido amistoso contra México el día 11 de agosto cuando el tiempo mínimo para la preparación de ese partido debe de ser de 15 días. Esto sólo se puede comprender desde el punto de vista económico, nunca deportivo. Los jugadores no van a tener tiempo para prepararse para el partido, van a tener los valores básicos de entrenamiento aeróbico, pero van a carecer de los niveles aceptables de velocidad. Es decir, que no van a poder cumplir la ley de mínimos que se requiere en el deporte. Viaje largo México. Jet-lag. Competir en altura y volver. Y mientras rompen completamente la pretemporada con sus equipos. ¿Hay quien entienda esto? Yo desde luego que no…