Esta semana el Dr. González escribe en Diario AS las raras lesiones de Marcelo, jugador del Real Madrid.
Marcelo es un jugador que tiene un morfotipo y unas características futbolísticas muy específicas, que se escapan a los estándares de la normalidad. La lesión actual del sóleo parece ser una lesión leve que afecta a la fascia superficial y en diez días el jugador estará de nuevo en los terrenos de juego. Es un jugador fantástico, nadie lo discute, pero para él, el famoso eslogan del deporte de ‘no hay honor sin dolor’ no tiene significado especial. Le hemos visto ya en numerosas ocasiones abandonar los terrenos de juego aquejado de ligeras molestias, incluso en partidos de gran importancia de la Champions, con la creencia de que tenía una lesión importante. Realizadas las consiguientes pruebas radiológicas diagnósticas que confirmaban la lesión y pronosticando un tiempo determinado de baja, el jugador, a los diez días, estaba totalmente recuperado de su lesión. Se hablaba incluso de recuperación récord de la lesión. Cuando esto ocurre una o dos veces, nos sorprende y nos alegramos de su rápida recuperación. Pero cuando vemos que prácticamente todas las lesiones de este jugador están marcadas por el mismo patrón, algo no funciona correctamente.
Desde el punto de vista médico, la única explicación que a personalmente me viene a la mente es que se trata de un jugador que sabe gestionar perfectamente su estado físico y, ante la más mínima señal de alerta por parte de su organismo, cesa automáticamente en el esfuerzo para evitar que la lesión sea de mayor envergadura y tenga que estar más tiempo de baja deportiva. Estas actitudes pocas veces son las más beneficiosas para el equipo.
Comentarios