Las hernias discales son una patología cada día más frecuente entre los deportistas. Las grandes exigencias físicas provocan microtraumatismos de repetición constantes, que terminan alterando la biomecánica de la columna, provocando procesos discogénicos diversos que en muchas ocasiones terminan en hernias discales de difícil solución mediante tratamiento conservador y que acaban en el quirófano. En el caso de Rudy Fernández, la columna lumbar es su talón de Aquiles, ya que ha sido operado en dos ocasiones y mañana va a ser intervenido de una hernia discal L4-L5.

Si le operan solo de eso, valdrá con una microcirugía que dura escasamente media hora y en dos días el jugador estaría en casa, a la semana podría caminar sin problemas, y entre dos y tres meses después volvería a las canchas. Ahora bien, en este caso concreto hay que tener en cuenta que es su tercera intervención y puede ocurrir que se produzca una desestabilizacion de la charnela lumbar que provoque lumbalgias mecánicas de repetición que obliguen con el tiempo a una cirugía mas agresiva.

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