Fue sorprendente la noticia de ayer de que Gareth Bale no entrenaba y era baja para San Mamés debido al partido contra el Fuenlabrada.

De hecho desde el club se comentaba el buen juego que había desarrollado durante el partido siendo capaz de darle la vuelta.

Sin embargo, parece que con el descanso le volvieron las malas sensaciones que tiene desde hace dos meses.

Teniendo en cuenta el historial del jugador en los último tiempos, parece que el término de jugador de cristal es el que mejor le va.

En el deporte profesional es normal que los jugadores experimenten molestias y lleguen a jugar incluso con dolor o teniendo que tomar medicación. Sin embargo, parece que el caso de Bale se escapa de la norma.

Es el tipo de jugadores que suele dar grandes quebraderos de cabeza a los servicios médicos, y cuando además éstos rotan por decisiones de la Dirección, es indudable que esto repercute en el conocimiento del desarrollo y evolución de las lesiones y del funcionamiento del jugador.

El ámbito psicológico y, por supuesto, los estados de ansiedad, son también factores a considerar en este tipo de jugadores. No sólo la condición física.

Consulta el artículo en el Diario AS: La mejor definición para Bale: jugador de cristal