Yo estoy convencido de que los dirigentes de la Federación Española de Fútbol no estan satisfechos con este amistoso de la Selección contra México. Y lo digo porque, como hombres de fútbol, saben perfectamente que este partido rompe los esquemas de una pretemporada para los jugadores que componen la expedición. Algunos se han incorporado hace dos días a la concentración con su equipo, se han hecho el reconocimiento médico y, sin apenas poder entrenarse, y ya están de nuevo de viaje. Viaje largo, jet lag, cambio de horarios de comidas, partido y de nuevo, vuelta a la concetracción con sus equipos.

Afortunadamente, van a competir nada más llegar, con lo que el efecto de competir en altitud apenas lo sentirán. Al hacerlo en las primeras 72 horas se evitan los efectos de la acomodación. Así, la disminución de la presión atmosférica, que dará lugar a una disminución de la presión de oxígeno, no lo notarán apenas, por lo que su rendimiento aeróbico va a ser normal. Por otra parte, las exigencias físicas del tipo de partido amistoso no van a suponer ningún riesgo para los jugadores. Lo que sí puede afectarles es la pretemporada tan precaria que van a realizar. Y no olvidemos que una pretemporada buena es la base para el rendimiento físico y deportivo de la temporada.