Gran parte del deterioro relacionado con la edad, se puede corregir rápidamente aplicando simples programas de ejercicios.  La mayor parte de la declinación física después de los sesenta años, puede ser postergada y parcialmente prevenida, si se mantiene una parte sustancial de la actividad física.

A parte de los beneficios físicos, está demostrado también, que existe una mejoría de la coordinación neuromuscular, obteniendo beneficios en una mayor concentración y memoria.

El ejercicio físico mejora la calidad de vida y aleja el peligro de desarrollar cardiopatías.  Un incremento, aunque sea muy moderado, del ejercicio físico, contribuye a alejar el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares.  Así mismo, los investigadores noruegos han demostrado que el incremento de la actividad física, anima a que se sustituya la extendida práctica de la automedicación por un poco de ejercicio.

El informe del NATIONAL ELECTRONIC INJURY SURVEILLANCE SYSTEM, que toma como muestra 101 hospitales de Estados Unidos, manifiesta que existe un incremento en el número de lesiones deportivas en personas mayores de 65 años.

Y este aumento del número de lesiones, lo atribuye a formas, cada día, más activas y al aumento de la participación en actividades deportivas por parte de los americanos mayores.  La Comisión también señala, que los estadounidenses siguen siendo físicamente activos hasta entrados los 70 y 80 años de edad, siendo cada vez mayor el número de ancianos que participan en deportes “más activos”, como son el ciclismo, levantamiento de pesas y esquí.

Termina el informe manifestando, que sí es verdad que ha aumentado el número de lesiones deportivas en las personas mayores, pero también es cierto que estas lesiones son menos graves y menos caras.

En nuestro país, las personas mayores de 65 años, no realizan ejercicio físico con la frecuencia que sería aconsejable.  Serían necesarios programas específicos, que recogieran las necesidades concretas de este grupo de población, al objeto de realizar estas actividades 3 veces o más a la semana con una duración mínima de 30 minutos por sesión.

Los dos factores que más van a condicionar una vejez saludable, son:  La Nutrición y el Ejercicio Físico.  Tener unos buenos hábitos de alimentación y realizar cualquier tipo de actividad física adaptado a nuestras necesidades, van a ocasionar una mejor calidad de vida y un enlentencimiento en los procesos de envejecimiento del ser humano.